Algunos partidos de pretemporada sirven para mucho y otros para poco. El partido de ayer entre Xerez y Málaga no sirvió para mucho aunque si sirvió para crear un boceto de lo que puede ser el Xerez de la temporada que en un mes comienza. Fue un partido flojo, escaso de ocasiones y con poco ritmo. Típico partido de pretemporada en el que los jugadores acusan la carga de trabajo de los entrenos y no dan el máximo no vaya a ser que llegue una lesión antes del inicio de la temporada.
Cómo estaba previsto; Merino dispuso de dos onces en cada tiempo. El primero estuvo formado por Chema, Cámara, Lombán, Moreno, Mendoza, Adri Cuevas, Cordero, Israel, José Vega, Tato e Íñigo Vélez aunque Moreno sólo jugó 10 minutos por su homenaje y por él entró Gerard. En el primer tiempo, el Xerez dio una buena imagen gracias a la seguridad defensiva y, sobretodo, a la actividad de Israel por la banda derecha. Eso sí, faltó, y mucho, juego de medio campo. Ni Cordero ni Adri Cuevas supieron llevar las manijas del juego y la conexión con los de arriba fue nula. El Xerez tuvo una ocasión muy clara por parte de Íñigo Vélez que despejó Rubén a córner. El Málaga por su parte estuvo a medio gas y sólo un activo y correoso Buonanotte llevaba peligro al área de Chema.
En la segunda mitad, Merino sacó otro equipo totalmente distinto. Jugaron Toni, Cámara, Silva, Borja, Llorente, Capi, Barber, Pablo Redondo, Capdevila, Óscar Díaz y Rosillo. El Málaga apretó en los primeros minutos y acabó encontrando su premio. Samu aprovecha un buen pase de Apoño para poner el 0-1 en el marcador. A partir de ahí, el Málaga se metió en su campo y el Xerez ahora sí creó juego pero la falta de un hombre de referencia claro, pues ni Óscar ni Rosillo son delanteros puros, hacía inútil el juego creado por Capi y Barber en la medular. El Xerez intentó sin premio empatar el partido y el XXI Trofeo de la Vendimia se marcha para Málaga.
En resumen, el partido estuvo flojo en intensidad y, aunque el Xerez no brilló, podemos establecer un boceto de lo que puede ser el Xerez de la próxima temporada. El equipo de la primera mitad estuvo sólido en defensa y activo arriba pero no tuvo fluidez en el centro del campo; justo lo que sí tuvo el equipo durante la segunda mitad. Capi y Barber sí supieron hacer en la segunda mitad lo que Cordero y Cuevas no fueron capaces de hacer en la primera y quizás si en el equipo de la segunda parte hubiera estado un delantero fijo, ya sea Íñigo Vélez o José Mari, el Xerez podría haber marcado gol. Eso sí, el equipo está en el buen camino aunque aún quedan detalles por pulir. A seguir trabajando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario