El Xerez Deportivo salió derrotado, como se preveía, en su visita al Camp Nou pero el equipo de Gorosito dio una bonita imagen en la ciudad condal y en algunos momentos del partido fue mejor que el mejor club del mundo. El conjunto azulino se marcha de Barcelona con la cabeza bien alta y sabiendo que ha sido de los mejores equipos que han pasado por el campo blaugrana en los dos últimos años.
Gorosito sorprendió finalmente con la defensa de cinco y durante toda la primera parte el conjunto azulino pagó la cobardía del técnico argentino. El Xerez comenzó mal el partido. Su muralla defensiva no resistió mucho y en el minuto 12 de la primera mitad el Barça ya iba ganando gracias a un golazo de Jeffren que aprovechó un gran pase de Xavi para batir a Renán que quizás pudo hacer algo más.
Con ese sistema, el Xerez ni atacaba ni defendía, no era capaz de montar la contra y había demasiada distancia entre la defensa y la delantera. Además, hoy Keita, como en los últimos partidos, no rindió al nivel que nos tenía acostumbrado y el Barça andó a sus anchas por el campo creando muchos problemas a la defensa xerecista pues a pesar de acumular hasta 8 hombres en el borde del área, la zaga azulina no tiraba bien los fuera de juego y con Xavi en el campo, eso es un error garrafal.
Pero no fue Xavi quien dio el pase que supondría el segundo gol. Keita metió el balón al hueco para Ibrahimovic y este fue generoso y cedió a Henry que marcó el segundo a placer pues Renán ya estaba batido. Era el minuto 23 y el Barça estaba muy cómodo frente a un Xerez que no tenía muy claro cual era su objetivo.
El partido parecía visto para sentencia pero el Xerez supo aprovechar la única ocasión clara que tuvo en la primera mitad. Un minuto después del gol de Henry, fallo de Chygrynskyi que pierde la bola ante Orellana, el chileno cede a Bermejo y este desde la frontal pegó un derechazo que se colaba por la escuadra de Valdés. Señor gol de Bermejo que ya lleva 11 en su cuenta particular y que recortaba distancias y devolvía la ilusión a la afición.
Tras el gol, el Xerez supo aguantar el resultado y se marchó al descanso con un 2-1 con el que visto lo ocurrido en la primera parte el Xerez podría darse con un canto en los dientes ya que sin haber hecho prácticamente nada seguía con vida en el partido y soñando con sacar algo del Camp Nou. Pocos equipos han pasado por el campo blaugrana sin hacer nada y se han marchado al descanso con posibilidades de sacar algo.
En la reanudación, Gorosito, como gran sabio que es, sabía que su sistema de tres centrales había fallado y lo cambió nada mas empezar la segunda mitad. Carlos Calvo entró en el campo y Aythami se quedó en las duchas. El comienzo de la segunda mitad del Xerez fue arrollador. El equipo azulino salió sin complejos sabiendo que podría sacar algo positivo. Durante los primeros 15 minutos de la segunda parte, el dominio azulino fue abrumador y el Barça se vio sobrepasado por un Xerez que sorprendió a toda España.
Los de Gorosito dieron al Barça su propia medicina. Le presionaron muy arriba robándoles la bola rápido, ensancharon el campo con la entrada de los laterales y pusieron mucho ritmo al partido jugando con pocos toques para llegar hasta el área rival. Pero el conjunto azulino no supo convertir su dominio en goles. Orellana no supo batir a Valdés tras un regalo de éste y Bermejo no pudo mandar al fondo de las mallas un gran centro de Carlos Calvo.
Visto el panorama, Guardiola metió a Piqué y Messi y tras la entrada de los dos cracks blaugrana, el partido quedó solventado. Francis pierde la pelota en el centro del campo, Yaya Touré se marcha muy bien de Víctor Sánchez por la banda izquierda y cuando pisa área, cede a Ibrahimovic quien solo tuvo que empujar la bola para poner el 3-1. Era el primer error del Xerez en toda la segunda mitad que moría en el partido cuando mejor fútbol estaba haciendo. Hay que decir, que el gol pudo ser anulado pues el sueco antes de recibir la pelota dio un claro empujón a David Prieto que Múñiz Fdez no quiso pitar.
Tras el gol y con Piqué y Messi en el campo, el Barça ya dominó el partido y se dedicó a marear al Xerez que había luchado como un jabato y que a punto estuvo de la machada pero que no supo aprovechar sus ocasiones. Al final del partido, a Múñiz Fernandez se le fue el partido de las manos. Empezó a enseñar tarjetas amarillas al conjunto azulino calentando el partido y acabó consiguiendo que los jugadores azulinos perdieran la paciencia. Alustiza y Orellana fueron expulsados injustamente en los últimos minutos. Prueba del doble rasero del nefasto arbitraje de hoy del colegiado asturiano es que tanto Barça como Xerez hicieron las mismas faltas, 18, pero el Barça solo tuvo una amarilla y el Xerez tuvo diez amarillas y dos rojas.
En resumen, David puso contra las cuerdas a Goliat. Si Gorosito hubiese salido con el 4-5-1 desde el principio quizás el partido hubiese sido otro. Al menos, el Xerez dio la cara en el campo del mejor equipo del mundo, dio una gran imagen y se marcha orgulloso del Camp Nou aunque sabiendo que la salvación está ya casi imposible. Si el Málaga gana mañana, los azulinos se quedarían a 7 del Zaragoza a falta de 12 puntos por jugar. Misión casi imposible para los de Gorosito pero mientras haya vida, hay esperanza.
