Ya se ha cumplido un cuarto de liga y el Xerez Deportivo solamente ha cosechado 5 puntos, un pobre bagaje si se quiere luchar por la salvación. El equipo azulino ha tardado en adaptarse a la Primera División y, por ello, está en puestos de descenso. El mal comienzo del equipo ha hecho que la desilusión se este instalando ya en los aficionados azulinos.
Es verdad que el inicio de la temporada no ha sido, ni mucho menos, ilusionante pero tampoco hay que exagerar. A pesar de los malos resultados, de la pobre imagen dada en varios partidos, a la siempre eterna inestabilidad económica y a los mil y un problemas cuya solución parece lejana, el Xerez sigue a dos puntos de la salvación. En los últimos partidos, el equipo de Ziganda ha mejorado notablemente y no hay que desilusionarse pues esto acaba de empezar.
Al subir a Primera División, todos los aficionados azulinos nos hicimos abonados vips al sufrimiento. Este año toca sufrir nos guste o no. El Xerez tiene el presupuesto más bajo de la Primera División y muchos de Segunda la superan y no podemos sino pensar en que hasta la jornada 38, allá por el mes de mayo, estaremos sufriendo. No habrá victorias fáciles pero sí habrá derrotas injustas y eso es el sufrimiento pero dicen que las victorias sufridas saben mejor. Hace dos años ya vivimos la misma situación y no podemos rendirnos a las primeras de cambio.Este año de ilusión que estamos viviendo no se puede venir abajo tan rápidamente.
Más allá de leyes concursales, de presidentes que no presiden y de directivos que no sienten siempre está la afición, el amor a los colores. La afición tiene que estar con el equipo a muerte hasta el final. Hay que apoyar a los jugadores y al cuero técnico. Ya comprobamos que el binomio equipo-afición nos sirvió para salvarnos de la Segunda B y posteriormente, ascende a Primera. Muchos se preguntan que cómo ocurrió dicho milagro y la respuesta es clara: una afición muy grande y unos jugadores muy profesionales.
El inicio no ha sido el deseado por todos pero aún quedan muchas batallas a lo largo y ancho del mapa de España y la situación puede dar un giro de 360º en cualquier momento. Lo más importante es no perder la ilusión, seguir creyendo en este equipo, seguir luchando hasta el final todos juntos porque la unión hace la fuerza, si todos remamos en la misma dirección, el barco tendrá más posibilidades de llegar a buen puerto. En definitiva, porque lo que verdadera y exclusivamente importa no es como hemos empezado sino cómo vamos a acabar.
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