Otra jornada más y ningún cambio. Ya van 17 jornadas en el que el Xerez ha demostrado partido a partido que es un equipo sin alma y sin espíritu, un equipo de Segunda que se ha encontrado con la Primera y que ya se ha cansado de intentar luchar por la salvación. El Valencia hoy no hizo su mejor partido, ni mucho menos, pero durante prácticamente los 90 minutos tuvo dominado el encuentro. El Xerez duró una parte y en la segunda mitad los azulinos demostraron la impotencia que se siente cuando se da todo lo que se tiene y no se cumple el objetivo.
El Xerez salió con ganas y provocó dos córners a favor en los primeros 5 minutos. El Valencia comenzó el partido algo dormido y aclimatándose al nefasto césped de Chapín. El equipo ché no tardó mucho tiempo en despertar y a los 8 minutos ya empezó a engrasar la maquinaria. Silva se adentró por la izquierda pero su centro no lo pudo rematar bien Joaquín. A los dos minutos, Ever metió un precioso pase a Mata por encima de la defensa y el joven internacional no falló poniendo el 0-1 en el marcador. Con dos pequeños zarpazos el Valencia ya iba por delante en el marcador.
Con el gol, el Valencia dominaba el partido con tranquilidad. El Xerez de Ziganda es un equipo que no se entrega. Cuando eres inferior técnicamente a tu rival tienes que imponer, como dice el himno azulino, tu furia y tu fuerza pero los jugadores xerecistas no creen en ellos mismos, no creen en Ziganda, Ziganda no cree en los jugadores y así es imposible. El Valencia se paseaba por Chapín cómodamente. Tocaba la pelota sin ninguna presión rival. Se entiende que no se juegue mejor que el rival pero no se entiende que los jugadores, exceptuando dos o tres, no corran, no presionen, en definitiva, no sientan los colores que defienden.
La relajación de los de Ziganda se contagió al equipo de Emery y el partido entró en una fase de tranquilidad absoluta: sin faltas, intensidad, oportunidades, es decir, sin fútbol. De ello se supo aprovechar bien el Xerez. El equipo xerecista despertó del letargo y se fue arriba buscando la portería rival. En el minuto 20, Francis tuvo una clarísima oportunidad tras internarse en el área pero su lanzamiento lo despejó a córner César. Poco despúes, el Xerez igualó el encuentro. Alcanzando la media hora de juego, el Xerez montó una preciosa contra. Abel recibió el balón en el centro del campo y tras avanzar unos metros cedió la pelota a Momo en banda izquierda y el canario, de primeras, puso un precioso pase a Carlos Calvo y el madrileño esta vez, y por fin, no falló poniendo el 1-1 en el marcador. Precioso gol xerecista que no se hubiese conseguido si Joaquín no se hubiese resbalado en el centro del campo habilitando la pelota a Abel.
Con el gol, el Xerez igualaba el encuentro y despertó a los chés. Los valencianistas empezaron de nuevo a buscar el gol y pronto lo consiguieron. En el 35 Silva ponía el 1-2 tras rematar un pase de la muerte de Villa quien antes se había marchado de Prieto sin obtener prácticamente ninguna resistencia.
El Xerez, como en muchas otras ocasiones, se hundió con el gol rival y dejó el partido a merced del Valencia. El equipo de Emery se marchaba al descanso con una victoria por la mínima tras haber jugado prácticamente a medio gas.
En la reanudación, el partido siguió la misma tónica con la que acabó la primera mitad. El Xerez moribundo y el Valencia controlando el partido casi sin despeinarse. Así las cosas, a mitad de la segunda mitad, Marchena sentenciaba el partido y ponía el 1-3 en el marcador tras un buen gol en el que se marchó de tres xerecistas y luego con la puntera colocó la pelota en la escuadra derecha de la portería de Renán.
La segunda mitad se puede decir que sobró. El Xerez nunca dio la sensación de poder empatar el partido y mucha culpa de ello tuvo los cambios de Ziganda. El técnico navarro se equivocó, como casi siempre, metiendo a Antoñito por Abel. El sevillano demuestra jornada a jornada que no está al nivel de la Primera División y por mucho que la gente le quiera, Antoñito no debe ser ni titular, ni revulsivo.
En fin. Otra jornada más y ya solo quedan dos para el final de la primera vuelta. A principio de temporada se dice que esta temporada es una temporada para disfrutar e intentar luchar por la salvación pero ninguna de las dos cosas han ocurrido. El Xerez ni ha luchado por la salvación ni está haciendo disfrutar a la afición. La salvación es una químera. El conjunto azulino es hoy un paciente al que le han dado 5 meses de vida en Primera División. Suelen ocurrir estas cosas cuando cambias cosas que no se deben cambiar. Una plantilla de Segunda con un entrenador de Segunda no suman en Primera sino que restan. Uno menos uno es igual a cero. Y esa son las posibilidades que tiene el Xerez de salvarse. Como dije la semana pasada, yo ya he perdido la ilusión en este Xerez y esta temporada, ya para mí, se ha acabado. De los grandes, solo queda el Madrid por pasar por Chapín y todo lo demás será aburrimiento... No quiero pensar en esos 5 meses de fútbol xerecista que nos quedan...
No hay comentarios:
Publicar un comentario