El Xerez empieza ya, definitivamente, su carrera por la salvación. El equipo de Gorosito se encuentra, en símiles alpinistas, en el valle de la montaña y sus rivales están a mitad de camino de la cima. Por ello, el conjunto azulino debe empezar a escalar sabiendo que un mínimo fallo sería definitivo. Ya van demasiados pasos hacia atrás y ahora toca dar pasos de gigante hacia adelante. Las posibilidades son mínimas pero el conjunto azulino tiene que empezar a ganar partidos por si suena la flauta y se puede acabar luchando por la salvación.
En frente, un rival directo. El Espanyol. El equipo "periquito" no está haciendo su mejor temporada y ni se ha hecho fuerte en su nueva casa ni consigue hacer nada fuera de ella. Los blanquiazules no ganan fuera de casa desde septiembre y el Xerez tiene una gran oportunidad mañana de recortar puntos a un rival directo y de volver a ganar tras tres derrotas consecutivas.
Las bajas obligan a Gorosito a realizar varios cambios. Keita y Francis sancionados se caen del once y de la convocatoria. Sus sitios lo ocuparán Mendoza, que vuelve a la titularidad, y Abel que jugará de mediapunta y desplazará al doble pivote a Víctor Sánchez. Además, Prieto podría perder la titularidad en detrimento de Aythami. También se caen de la convocatoria Viqueira y Míchel y vuelven Orellana y Bergantiños.
Por su parte, Pochettino solo hará un cambio respecto al once que perdió en Málaga la semana pasada. La importande baja del central argentino Nico Pareja obligan al técnico periquito a realizar un cambio en su defensa. Así, Forlín volverá a ser titular en el centro de la zaga. El resto del equipo lo componen Kameni, Chica, David García, Víctor Ruíz, Baena, Marquéz, Verdú, Luis García, Callejón e Iván Alonso. La zaga xerecista tendrá que tener especial atención a Iván Alonso. El delantero blanquiazul es el máximo goleador de su equipo y, aunque no esté en racha, es un peligro constante.
En resumen, Xerez y Espanyol juegan mañana un partido de urgencias. Los azulinos saben que cualquier cosa que no sea sumar tres puntos puede ser definitivo y los catalanes quieren ganar para distanciarse de los puestos de peligro. La salvación está bastante difícil pero el orgullo siempre está en juego y los jugadores azulinos tienen que luchar por al menos no ser el peor equipo de la historia de Primera. En fin, a ganar por si acaba sonando la flauta...
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