Solo ha hecho falta una victoria para que la afición azulina vuelva a creer en el Xerez. Hace varias semanas todos dábamos por descendidos al Xerez pero tras la victoria ante el Mallorca, todo se ve de otro color. Y es que la afición del Xerez se conforma con muy poco. Cuando avistamos un mínimo reguero de esperanza, nos agarramos a él como a un clavo ardiendo y volvemos a creer y apoyar a nuestro equipo y eso, justamente eso, es lo que nos hace grandes.
Cierto es que la victoria frente al Mallorca da motivos para la esperanza. El Xerez remontó un 0-1 y demostró por fin que tiene calidad para seguir en Primera. El partido frente al equipo bermellón fue muy parecido a otros partidos que hemos visto esta temporada pero este partido fue especial, el Xerez consiguió materializar sus ocasiones, maniató a su rival y acabó ganando el encuentro. La victoria, aunque sea la segunda de la temporada, ha supuesto un giro de 360º en el destino del Xerez. Estos tres puntos sumados a la nueva directiva y al nuevo cuerpo técnico, han devuelto la ilusión a la afición que ya vuelve a creer en el equipo de sus amores. Todo se ve de otro color desde el pasado domingo y esto recuerda, y mucho, al Xerez que se salvó de Segunda División B.
Pero tampoco hay que lanzar las campanas al vuelo. Solamente se ha conseguido una victoria. Estamos en el camino pero aún nos queda mucho para llegar a la meta, que no es otra que la salvación. Hay que seguir trabajando y reforzar ese binomio afición-equipo. Los jugadores seguirán esforzándose, no lo duden, y junto con el apoyo incondicional de la afición podremos seguir soñando con la salvación. Si, si, si...
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