martes, 16 de febrero de 2010

TRIBUNA LIBRE: GUERRA FRÍA EN EL PERIODISMO DEPORTIVO ESPAÑOL

Llevamos varias semanas en las que se ha producido una guerra abierta en el periodismo deportivo. El “villarato” ha provocado un enfrentamiento entre la prensa de Madrid y Barcelona que, a su vez, ha provocado que en el ambiente entre ambas aficiones se respire más hostilidad. El “villarato” es una teoría que afirma que existen favores arbitrales para el equipo rival; para la prensa de Madrid el “villarato” favorece al Barça y en la Barcelona ocurre lo contrario. Esta “pelea” informativa empieza a cansar, no sólo a mí sino también a muchos más aficionados a este deporte que reclaman un cambio en el periodismo deportivo.

Sinceramente, es lamentable la situación a la que hemos llegado en el periodismo. Justo ahora, que vivimos una época de esplendor deportivo, el periodismo deportivo, encargado de contar las hazañas de nuestros deportistas, se encuentra en “recesión”. En estos años que vivimos, España puede presumir de un deporte con una excelente salud: la mejor selección del planeta es la española, el mejor equipo del mundo por mucho que a muchos les duela es un equipo español: el Barça, el mejor pívot de la NBA es Pau Gasol, ganador incluso de un anillo; Fernando Alonso, mejor piloto de Fórmula 1 del momento ha fichado por el mejor equipo de la historia de la F1, Ferrari; en Motociclismo entre los mejores pilotos se encuentran muchísimos españoles, en ciclismo tenemos Tours para largo con Alberto Contador, Rafa Nadal sigue luchando por ser el número uno del mundo en tenis, los de fútbol sala no se cansan de ganar, los de balonmano siempre nos dan medallas al igual que las chicas de sincronizada y muchos más deportistas españoles que están triunfando en sus respectivas modalidades y que están haciendo grande, muy grande, el deporte español.

Pero estos “años de Oro” del deporte español no lo estamos saboreando como debería ser por culpa de la prensa deportiva. La subjetividad se ha hecho grande dentro los grandes diarios deportivos de Madrid y Barcelona que a diario se enfrentan en una especie de “guerras de titulares” en las que elevan al máximo exponente a su equipo y buscan siempre la humillación del rival. El epicentro de este “terremoto” es el anteriormente citado “villarato”.

Parece mentira que la prensa de Madrid y Barça crean y defiendan el “villarato” y se quejen de los árbitros. Los árbitros en España son muy malos eso ya lo sabemos pero no sólo son malos para Madrid y Barça. Los que sufren su pésimo arbitraje son los equipos más pequeños y humildes de la Liga. Madrid y Barça son, a día de hoy, los dos clubes más importantes de España y a la hora de pitarles tanto uno como otros reciben favores arbitrarles por la presión que conlleva arbitrar un partido de ambos equipos. No es lo mismo tener un error en contra de Madrid o Barça que tenerlo en contra de Xerez o Tenerife, así que ni la prensa de Madrid ni la de Barcelona tienen derecho a quejarse.

En la actualidad, es lamentable que la prensa de Madrid diga que el Barça, uno de los mejores equipos de la historia y que mejor fútbol ha practicado en los últimos años, gana gracias a las ayudas arbitrales; al igual que lamentable es que la prensa del Barça revierta la situación y afirme que los árbitros van a por ellos por culpa de la prensa de Madrid.

La prensa deportiva de Madrid y Barcelona son como niños chicos. Siempre quiere quedar uno por encima del otro. No se acepta que el equipo rival lo haga bien ni se busca la objetividad. Si hoy aparece un titular en un periódico de Madrid que dice que “CR9, el mejor jugador del mundo”, rápidamente sale otro en la prensa de Barcelona que afirma que “Messi es el mejor jugador del planeta”, si hoy sale en la prensa catalana que “Cesc tiene un preacuerdo con el Barça”, la prensa madrileña responde con un “Cesc se deja querer por Florentino” y así día a día, minuto a minuto, una constante pelea en la que, más que informar, se dedican a achacarse unos a otros basándose en rumores y en noticias “fantasmas” y, lo peor de todo, tanto aficionados madridistas como barcelonistas caen en la trampa y se involucran de lleno en esta “guerra fría del periodismo español”.

La consecuencia de este periodismo barato, subjetivista y comercial es que se ha perdido el carácter crítico. Tanto como la prensa de Madrid como la prensa de Barcelona, carecen carácter crítico. Lo único que critican es el arbitraje. Para ambas prensas, el equipo al que defienden siempre lo hace bien, siempre juega bien, nunca se equivoca y en vez de criticar al equipo cuando las cosas no funcionan, buscan excusas sin base lógica que en vez de ayudar lo que hacen es perjudicar.

Hay que criticar. La crítica es constructiva y siempre ayuda a mejorar. Entre otros muchos ejemplos, la prensa del Atlético de Madrid no se ha cansado de criticar desde el descenso y han conseguido en 10 años que el equipo vuelva a Champions y vuelva a luchar por un título; la prensa sevillista criticó a Jiménez y ahora el Sevilla es la sensación del momento, la prensa valencianista criticó a la directiva ché y consiguieron que se fueran y que el equipo volviera a donde se merece.

Muchos deseamos que ambas prensas recapaciten, pierdan su carácter comercial y se refunden basándose en la objetividad, en la deportividad, en saber reconocer los errores propios y saber alabar los aciertos del rival, en elegir las noticias por su carácter informativo y no por su carácter comercial. Quizás, a día de hoy esto sea una utopía pero confiemos en que surjan nuevas prensas objetivas aunque habría que preguntarse si verdaderamente la objetividad vende.

Por Pablo Pérez Lavilla.

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