En las últimas fechas hemos vivido un enfrentamiento por los archiconocidos derechos televisivos. En un lado están Madrid y Barça, que defienden el actual e injusto, modelo y en el otro están equipos, como Sevilla o Villarreal, que rechazan el modelo actual y reclaman un modelo equitativo que mantenga, e incluso eleve, la competitividad de la Liga.
Una vez puestos los modelos encima de la mesa, los defensores de cada uno de los modelos propuestos comenzaron a buscar apoyos en los diferentes equipos. En un primer momento se formó el llamado G-30, entre los que estaba el Xerez, formado, como su propio nombre indica, por 30 de los 42 equipos que forman la Liga de Fútbol Profesional. Esta treintena de clubes estaban con Sevilla y Villarreal en que es necesario y prácticamente obligatorio un reparto equitativo para mantener viva nuestra Liga.
Finalmente, todos los equipos del G30 excepto Sevilla, Athletic, Villarreal, Espanyol y Zaragoza han acabado por ceder y han firmado el convenio de Madrid y Barça que es prácticamente igual que el modelo actual que tenemos.
De forma resumida, el nuevo modelo se traduce en que el Madrid y el Barça se reparten el 70% de los ingresos, unos 136 millones de euros (actualmente cobran 140 millones de euros), Atlético y Valencia, los dos grandes beneficiados recibirán el 11%, unos 44 millones de euros (actualmente 42) y el resto de equipos de la primera división se reparten el 45% según audiencia e historial, el que más se llevaría 25 millones de euros y el que menos 12, exactamente igual que en la actualidad. En lo que respecta a la Segunda División, cada equipo recibirá 3’2 millones, el doble de la cantidad actual. Además, se realiza un seguro de descenso de Primera a Segunda de 2’6 millones.
El Xerez, tristemente, ha acabado por ceder y ha aceptado y firmado el nuevo modelo propuesto por Barça y Madrid. En la actualidad, puede que el nuevo modelo beneficie al Xerez pero a largo plazo puede ser perjudicial. A mi manera de pensar, el Xerez al aceptar este nuevo modelo lo ha hecho pensando como un equipo de clase media-baja de Segunda División, como un equipo conformista y poco ambicioso y sin aspiraciones.
Digo esto, porque estos presupuestos solo benefician al Xerez en caso de que el conjunto azulino este en la División de Plata, y todos deseamos que el Xerez este cuanto más tiempo posible, en Primera División.
Cierto es que en 63 años de historia, el Xerez solo ha estado un año en la máxima categoría pero también es cierto que el Xerez luchará, o eso esperamos, en los próximos años por volver a Primera y que el conjunto azulino debe aspirar a ser un equipo que consiga consolidarse en la máxima categoría del fútbol nacional.
Si tenemos en cuenta que estos nuevos presupuestos entran en la temporada 2015/2016, por esas fechas, el Xerez podría estar, de nuevo, en Primera División y se vería de nuevo perjudicado, cómo se vio el año pasado, con un presupuesto mínimo para poder formar un equipo con mimbres de salvar la categoría. Y esto acabaría convirtiéndose en la pescadilla que se muerde la cola. Por eso, pienso que el Xerez se equivoca al aceptar este nuevo e injustísimo reparto televisivo en el que dos equipos se llevan el 70% de los ingresos que generan 42 equipos y debería haber mirado con proyección de un futuro en Primera y no con la proyección de un presente en Segunda. Esperemos que se cumpla aquello de que el fútbol no es dinero y disfrutemos de un Xerez de Primera.
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