Dijimos ayer que el Xerez tenía 14 finales por delante para intentar conseguir la salvación pero que el equipo azulino se jugaba verdaderamente sus opciones en estos dos partidos que el conjunto azulino tiene fuera de casa. Pues el Xerez no falló. Cuando más difícil lo tenía, cuando nadie cree en él, cuando no tiene nada donde agarrarse; este equipo siempre sorprende y ha conseguido hoy ganar su primer partido en Primera fuera de casa y, aunque la salvación es prácticamente una químera, siempre que quede una posibilidad habrá que seguir soñando.
Y es que hoy todo fue diferente. Hoy el Xerez tuvo la fortuna que durante toda la Liga le estaba faltando. Hoy el Xerez marcó lo que tuvo que marcar y defendió como debe de defender. Hoy hubo una defensa seria junto con un ataque efectivo. Hoy Orellana fue el que todos queremos que sea y lideró toda una remontada épica en un campo hostil para los azulinos. Hostil pero fortuito. Se nos da bien la Rosaleda. Ya lo dijimos. En las quinielas estaba ganar al Málaga y lo hemos conseguido. Hay que seguir trabajando y luchando. Lo volvemos a decir: hay muy poco que perder y muchísimo que ganar.
El partido empezó de la mejor manera posible. Un penalty tonto de Ivan González sobre Míchel lo transformó Momo poniendo el 0-1 en el marcador en el minuto 5 del partido. A partir del gol, el Xerez se equivocó y se metió en su campo. El equipo de Gorosito pagó su racanería. El Málaga se hizo dueño del partido y empezó a asediar al conjunto azulino que se defendía como podía.
Chema y la mala puntería de los delantero malagueños evitaron que el Málaga igualara e incluso remontara el partido pero tanto fue el cántaro a la fuente que al final en el minuto 40 de la segunda parte, tras múltiples oportunidades de los de Muñiz, Duda ponía el 1-1 tras una buena jugada de Caicedo.
El partido se marchaba al descanso con el empate en el marcador pero el Málaga había sido muy superior y todo hacía presagiar que el Xerez acabaría perdiendo el partido como siempre pero, como hemos dicho antes, el partido de hoy fue diferente.
La segunda mitad del partido fue una locura. En los primero minutos, el partido siguió la misma tónica con la que acabó el primer período. El Málaga seguía buscando el gol y encerraba a los azulinos en su campo. Esta vez, el gol llegó mas pronto. A los diez minutos, un buen centro desde la banda izquierda del ataque malacitano lo remató en el segundo palo Valdo tras superar por alto a Mendoza. El Málaga se ponía por delante en el marcador y el partido ya parecía sentenciado.
Más sentenciado aún parecía cuando dos minutos después del gol. Armenteros, recién entrado por Carlos Calvo, fue expulsado por agresión y dejaba al Xerez con 10. Todo parecía finiquitado en la Rosaleda. El colista de la categoría que nunca había ganado fuera en esta temporada, perdiendo y con uno menos no podría remontar un partido que estaba mereciendo perder. Pero justo en este momento apareció ese duende azulino, esa cosa que nadie sabe qué es pero que hace que cuando peor está, cuando nadie da nada por el, el Xerez cual ave Fénix resurge y acaba saliendo victorioso y superando todos los obstáculos, que no son pocos, se ponen en su camino.
Así, después de la expulsión el Xerez siguió encerrado atrás y no daba ningún atisbo de esperanza pero todo cambió en el minuto 72. El primer acercamiento del Xerez en la segunda mitad acabó en córner y tras el lanzamiento de éste, Velasco Carballo pitó otro penalty a favor del Xerez tras manos de Duda a tiro de Keita. El jugador portugués interceptó con su mano un disparo de Keita que se aprovechó de un rechace del córner y fue expulsado. Málaga y Xerez se quedaban con 10 jugadores. Momo volvió a ser el encargado de tirar el penalty pero lo falló aunque se aprovechó del rebote y tras controlar con el pecho, mandó la pelota al fondo de las mallas poniendo el empate a dos.
Y cuatro minutos después llegaría la locura total. Orellana puso un córner perfecto y tras un fallo de la defensa rival, Leandro, el mejor hoy, puso el 2-3 llevando la locura a la afición xerecista. Con el 2-3, el Málaga se echó arriba buscando un empate, que seguramente merecía. Pero hoy era todo diferente. Chema salvó a los suyos con una buena salida de puños y poco después Orellana sentenciaba el partido. En el 90, el chileno se fue de dos tras un bonito regate en una baldosa y, tras recorrer todo el campo del Málaga y superar con un bonito recorte a Weligton, puso el 2-4 definitivo tras picar el balón por encima de Munúa. Bonito gol del chileno que ponía la sentencia a un partido loco.
Primera victoria fuera de casa del Xerez en Primera. Primer match ball superado y, lo mejor de todo, es que el Xerez tiene ante sí una oportunidad de oro de reengancharse a la salvación. Con la moral por las nubes, los partidos frente a Villarreal y Tenerife pueden hacer soñar al equipo y la afición azulina. Hoy todo fue diferente y hoy puede ser un punto de inflexión en la trayectoria del Xerez en Primera.
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