El Xerez Deportivo ganó en El Collao gracias a un gol de, quién sino, José Mari tras una buena falta botada por Capi. El conjunto azulino no fue mejor que su rival, un recién ascendido a la categoría de plata, y sufrió para llevarse los tres puntos. Además, el Alcoyano vio cómo le anulaban hasta tres goles por lo que el Xerez también contó con la ayuda arbitral.
La alineación de Merino tuvo sorpresas. Israel no fue castigado, cómo Merino dejo caer en rueda de prensa, y fue titular en la banda derecha. La sorpresa vino en el centro del campo. Cordero fue el acompañante de Barber en el centro del campo y desplazó a Capi a la banda izquierda, cómo ya hizo Javi López en muchos partidos del año pasado. Arriba, Tato fue el acompañante de José Mari. El sistema volvió a ser el 4-4-2 con un pivote de destrucción y otro pivote de creación. El Xerez volvió a estar espeso y escaso de ideas y el juego se basó en el pelotazo. La cosa hubiese podido ser diferente si hubiese jugado la misma alineación pero con otro sistema. Merino podría haber apostado por un 4-5-1 con Capi de enganche y Tato tirado a la banda izquierda.
Capi es un jugador de creación, de último pase, y su rendimiento en el enganche puede ser muy superior al que da en banda pues cuando el camero está en banda; su naturaleza le hace tender al centro y el Xerez acaba perdiendo una banda y cayendo en el juego por el centro provocando así un colapso en el centro del campo que le impide crear jugadas elaboradas. Con Capi de enganche; Cordero y Barber de escuderos y dos bandas rápidas que abran el campo, el Xerez podría ser un equipo mucho más peligroso.
En el fútbol de hoy en día predomina el centro del campo con un trivote, dos de creación y uno de destrucción. El sistema que Merino utiliza sólo pone en liza a dos centrocampistas con dos pivotes y sólo uno de creación y del 4-4-2 evoluciona al 4-2-4 con mucho terreno de juego entre la zona de creación y la zona de ataque.
En otro orden de cosas, el Xerez volvió a ser un equipo serio. Bien es cierto que el árbitro anuló tres goles al equipo rival pero el Xerez, cómo en Alcorcón, acabó con la portería a cero y mostró una gran solidez defensiva y aunque no tuvo la pelota casi siempre supo abortar las acciones ofensivas del Alcoyano.
Ahora, el objetivo, a parte de mejorar el juego, es hacerse fuerte en Chapín. El Xerez debe desquitarse de esa presión asfixiante con la que sale a Chapín desde el año pasado y empezar a hacer a disfrutar al público azulino que aún no ha visto a su equipo ganar este año, pues ni Alcorcón ni Guadalajara fueron televisados en tierras jerezanas y el único partido en casa fue frente al Guadalajara, ese partido que mejor ni recordar. En Segunda División es muy importante sacar la mayoría de puntos en casa y los puntos que cosechas cómo visitante son los que dictarán en que puesto acabas a final de año. Frente al Nástic, el Xerez debe salir desde el calentamiento con ganas y con actitud, metidos en el partido y, con ello, meter pronto en el partido a la afición pues sí se vuelve a ver un partido tan frío como el de Guadalajara, se volverán a escuchar pitos de la sección xerecista más impaciente.
Para finalizar, el Xerez, a parte de mejorar el juego y de hacerse fuerte en casa, debe convertirse en un equipo y no en un grupo de buenos jugadores. El Xerez cuenta con una plantilla inmensa pero da la sensación de que en realidad es José Mari y diez más. Seguramente no sea así pero los 6 puntos que acumula el Xerez en su casillero son gracias al ariete sevillano que en Alcorcón tuvo fe donde nadie la tuvo y en Alcoy remató un centro perfecto de Capi.
De todas formas, esto no ha hecho más que empezar y el Xerez aún tiene tiempo para mejorar el juego. Al principio es importante sumar puntos para que las cosas se hagan con más paciencia y no se precipiten los acontecimientos. Así que, el sábado a animar cómo si de una final se tratase. Con el Xerez a muerte; eso siempre.
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