sábado, 3 de septiembre de 2011

CRÓNICA: DÉJÀ VU EN CHAPÍN

Tener un "déjà vu" es sentir que algo que estás viviendo ya lo has vivido. Y eso ha pasado hoy en Chapín. Lo que hemos visto, ya nos suena. Tanto que nos hace cuestionarnos si de verdad el Xerez ha cambiado de entrenador y de sistema o si, por el contrario, sigue siendo el mismo Xerez del año pasado. Desde luego, el Xerez que hoy ha encajado la primera derrota de la temporada ha sido un calco del peor Xerez del año pasado. Un equipo apático, sin espíritu, mal en defensa y con muy poca creación en el centro del campo. Por su parte, el Guadalajara hizo su partido; muy serio atrás con contras perfectas y supo manejar el partido a su antojo y ello le sirvió para cosechar una victoria histórica pues es su primera victoria en la categoría de plata en sus 64 años de historia.
Y eso que el Xerez no empezó mal. En los primeros 10 minutos ejerció una buena presión en campo rival e intentó hilvanar jugadas con posesiones largas pero fallaba el último pase y aunque Óscar Díaz e Israel buscaban asociarse con Capi continuamente hoy no fue el día de los extremos y les salió todo prácticamente mal. Ya avisamos en la previa que el peligro del Guadalajara estaba en el juego a balón parado y en las contras y hoy se demostró sobre el terreno de juego. Las dos primeras claras ocasiones del conjunto morado, hoy de naranja, fueron con jugadas de estrategia una la envió Chema a córner y otra se marchó rozando el palo pero a la tercera llegó la vencida. Contra de libro del conjunto arriacense que culmina Aníbal para poner el 0-1 en el electrónico. Era el minuto 25 de partido y el equipo de Terrazas ya iba por delante en el marcador sacando máximo beneficio de su fútbol.
El gol en contra no escarmentó a los de Merino que lo intentaron pero la sala de máquinas azulina estaba más que espesa y se chocaba constantemente contra el férreo muro que plantó al borde de su área el Deportivo Guadalajara. El Xerez volvió a pecar, como el año pasado, de exceso de juego por el medio dejando, así, las bandas totalmente abandonadas. El entrenador azulino lo veía más negro aún que la afición, bastante intranquila desde el gol, y sorprendió a todos con dos cambios en el minuto 39. Israel y Óscar, justo los dos hombres de banda, se marchaba del campo y entraban Tato y Pablo Redondo. 
Tras el descanso, el Xerez siguió igual de impreciso y de apático. El Guadalajara jamás pensó que iba a tener un partido tan tranquilo en su debut como visitante pues apenas sufría y le bastaba con mantener una defensa firme para acabar con los intentos de ataque azulino. Además, el conjunto guadalajarreño supo manejar muy bien el partido, siempre buscaba las contras con coherencia e intentaba acabar los ataques con disparo para evitar que le cogieran atrás. En una de esas, en el ecuador de la segunda mitad,  Ernesto hizo el 0-2 con un precioso disparo desde 40 metros ante el que Chema quizás pudo hacer algo más. 
La parroquia azulina ya explotó y los nervios de la grada se trasladaron a los jugadores azulinos que no encontraron durante los 20 minutos restantes la forma de hincar el diente a la sólida muralla del Guadalajara y acabó el encuentro sin realizar ningún disparo entre los tres palos. Saizar, portero visitante, quizás no tuvo un partido más tranquilo en toda su carrera. Con el 0-2 en el marcador, el partido acabó y Chapín, muy impaciente, "dedicó" una sonora pitada a su equipo.
En resumen, todo es muy bonito en la sala de prensa pero luego todo lo que se dice hay que refrendarlo en el campo, que es donde de verdad importan las cosas. Hoy el Xerez se ha llevado un duro golpe que le ha hecho bajarse demasiado rápido de la nube optimista en la que vivía el vestuario azulino. Esperemos que esto solo sea un traspiés, un pequeño aviso, y el Xerez aprenda de los muchos errores que ha cometido hoy para mejorar de cara al futuro. Esto no ha hecho más que empezar y todavía hay mucho tiempo para cambiar la imagen; empezando el miércoles en Copa contra el Huesca.

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