domingo, 9 de octubre de 2011

CRÓNICA: EXCESIVAMENTE CONFORMISTA

En el fútbol, sin ambición, es muy difícil conseguir metas. Ayer el Xerez no tuvo ambición y fue demasiado conservador en un partido que, aunque no lo parezca, se le puso de cara y seguramente con un poco más de espíritu y de ganas, los tres puntos se hubiesen vuelto para Chapín. Cierto es que el Xerez no hizo un juego tan bueno cómo frente al Girona pero también es cierto que al Murcia se le hizo el partido muy largo y a la hora de partido ya se conformaba con el empate. 
A decir verdad, los primeros 45 minutos de partido fueron muy tácticos. Ningún equipo se hacía con el control del partido y las ocasiones brillaron por su ausencia. A diferencia del partido del pasado lunes, el Xerez no consiguió hacerse con el control de la bola y el centro del campo no fue capaz de conectar con los tres de arriba. El mal estado del césped, la fuerte presión pimentonera y la falta de movilidad de los de arriba impedían a los tres organizadores azulinos crear juego. Además, el árbitro pitaba cualquier mínima cosa y el partido estuvo escaso de ritmo. La ocasión azulina más clara fue un disparo de Israel, que ayer hizo apología del individualismo, que mandó a córner Alberto.
En la reanudación, el Murcia salió muy fuerte y sorprendió al Xerez. El conjunto grana dispuso de ocasiones y encerró al Xerez en su área pero la presión pimentonera se fue diluyendo con el paso de los minutos y el partido, aunque no lo pareciera, se ponía de cara para el Xerez. Cómo hemos dicho antes, al Murcia empezó a pesarle los minutos y veía el final del partido muy lejos por lo que a los 65 minutos comenzó a dar por bueno el empate. El Xerez no leyó bien el partido e hizo lo mismo y, por ello, atacó con mucha timidez aunque cada vez que se acercaba al área murciana se mascaba la tragedia en la Nueva Condomina. 
Los últimos 5 minutos, el Xerez lo intentó con más fe que en todo el partido y a punto estuvo de conseguir la victoria. Primero, un defensa del Murcia despejó el balón en el área chica cuando José Mari esperaba para empujarla y después en varios córners que el Murcia defendió con sufrimiento. En uno de esos córners, por cierto, el árbitro no vio un claro penalty sobre Cordero pero el partido, desde el principio, estaba abocado al 0-0 y así fue cómo acabó.
En definitiva, el Xerez pecó de conformismo y por eso sólo se pudo traer un punto de la Condomina. El conjunto de Merino no fue superior a su rival pero sí tuvo la oportunidad de serlo; el problema fue que el Xerez se conformó, al igual que el Murcia, con el empate y cuando fue a por el partido ya no había tiempo. Merino no leyó bien el partido y los cambios, en parte condicionados, no fueron los correctos pues aunque bien es cierto que Israel estaba más individualista que nunca y que tenía amarilla, el cambio debería haber sido Pablo Redondo que no estuvo en todo el partido. Dicen que cuando no se puede ganar lo importante es, al menos, empatar y el Xerez suma un punto más aunque pudieron ser tres. Esperemos que al final de temporada no echemos de menos esos dos puntos...

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