jueves, 27 de octubre de 2011

CRÓNICA: LA SUERTE ESQUIVA AL XEREZ

Partidazo del Xerez ayer en Chapín. Dominio de la pelota, juego ofensivo, jugadas muy bien elaboradas, presión muy arriba impidiendo cualquier atisbo de ataque del rival, múltiples llegadas a la portería del rival... Pero no ganó. El partido bien pudo ser una goleada escandalosa pero alguien echó un mal de ojos al Xerez de Merino. Ayer, entre el portero rival, De Navas, y un árbitro, Arcediano Monescillo, con diferente vara de medir las acciones; el Xerez fue incapaz de ganar un partido que por ocasiones y juego mereció ganar por goleada. El partido del Xerez fue tal que nadie se acordó de la ausencia de José Mari pues estuviera o no el sevillano en el campo, la pelota ayer no iba a entrar. Por ocasiones no fueron.
Volvía Rueda al centro del campo y eso se notó. El jugador jienense es ese tipo de jugadores que sobresalen por encima del resto; ese jugador diferente que es capaz de cambiar el sino del partido en una acción. Y encima a su lado está un excelente Capi que está al nivel del mejor Capi de hace unos años; acompañados ambos por Bruno Herrero. El jerezano se ha hecho, merecidamente, con un puesto fijo en el once titular. Bruno le da equilibrio al centro del campo, libera de labores defensivas a Rueda y Capi y, además, no es el típico centrocampista de corte defensivo sino que además de defender es capaz de sacar el balón jugado. Ese trivote en el centro del campo acabará dándonos más glorias que penas y sí todos los partidos son cómo el de ayer, el Xerez acabará el año muy arriba.
Desde muy pronto se pusieron las cosas de cara al Xerez. Tato, muy bien de nuevo ayer, aprovecha un magistral pase de Capi al hueco para hacer el primero de la noche. No habíamos llegado al minuto 10 de partido y el Xerez ya iba por delante en el marcador. El gol no cambió nada y el Xerez siguió con hambre de hacer más goles, de ganar el partido con un gran fútbol y de hacer disfrutar a la afición. Así lo hizo. Capi y Rueda se buscaban y daban sentido al juego azulino. Israel, menos egoísta que otras veces, no paraba de moverse y siempre se ofrecía. El Xerez se gustaba y dominaba el partido con total claridad. Salvo Lombán, Robusté y Doblas, el resto del equipo azulino estaba en campo contrario. Allí se pasó el Xerez la mayor parte del partido. Buscando la portería con insistencia.
Y así llegó el segundo gol. A la media hora, tras varias ocasiones claras, Robusté hizo el 2-0 con un gran remate a la salida de un córner. Chapín disfrutaba, su equipo ganaba justamente y deleitaba con un fútbol de muchos quilates. Todo parecía indicar que la afición xerecista viviría una gran victoria azulina.
Con el 2-0 en el marcador y tras 30 minutos de dominio incensante, el Xerez levantó el pie del acelerador y, incomprensiblemente, el Sabadell sacó provecho de los 5 minutos de relajación azulina. Primero con una llegada de Florian que Doblas mandó a córner y luego con el gol de Lanza cuyo disparo se coló en la portería xerecista tras rebotar en Robusté quien desvió la pelota haciendo inútil la estirada de Doblas. Parecía mentira pero al Sabadell, cuya primera llegada llego pasada la media hora, le sonrío la fortuna ya que en un disparo que no iba entre los tres palos acabó convirtiéndolo en gol. El partido llegaba al descanso con el 2-1 en el marcador.
En la reanudación, el Sabadell salió algo mejor que el Xerez pero a los 10 minutos de segundo periodo el Xerez volvió a coger el mando del partido y a encerrar al Sabadell en su área. Los de Merino, con el encuentro ante el Celta aún muy fresco en la memoria, querían cerrar el partido cuanto antes y asegurarse los tres puntos. Pero ayer, tirando de tópico, la pelota no quería entrar. Primero fue Tato el que estrelló un balón en el larguero, después un rebote de De Navas dejó el balón a placer para Capi pero el camero se precipitó y falló un gol que ya se cantaba en Chapín. 
El fútbol ayer quiso ser injusto y en una contra del Sabadell, Lombán, por enésima vez, provoca un penalty claro sobre Florian que Juvenal no falló. Quedaban 20 minutos de partido para que el Xerez, que había sido muy superior a su rival, hiciese un tercer gol que le diera la victoria.
A pesar del mazazo, el Xerez no se vino abajo. Nada más reanudarse el juego tras el gol del conjunto catalán, Capi obligó a De Navas a lucirse.Merino movió banquillo. Tato se fue e Íñigo Vélez recogía su testigo. Precisamente el vitoriano estuvo a punto de hacer el tercer gol con una bonita chilena que se fue lamiendo el palo. El Sabadell no sabía cómo no estaba perdiendo este partido y es que el Xerez acosaba a los catalanes y contó con múltiples ocasiones para hacer el tercer gol. Rueda, Bruno Herrero e Íñigo Vélez por dos veces, contaron con clarísimas ocasiones para hacer el tercero.Por cierto, en una de las ocasiones claras de Íñigo Vélez, el árbitro se comió un penalty de libro sobre el delantero xerecista que bien podría haber cambiado la historia. 
Cuando el partido llegaba al final, el Xerez estaba totalmente volcado en el área de De Navas. Robusté se convirtió en un delantero, las llegadas xerecistas seguían sucediéndose y el Sabadell se defendía cómo podía pero no hubo suerte para más y el partido acabó con un injustísimo empate en el marcador.
En resumen, al Xerez de Merino lo único que le falta es suerte. El conjunto azulino va a más cada partido en juego pero los resultados no acompañan. De los últimos tres partidos, el Xerez debió sacar al menos 7 puntos pero sólo ha sacado 2. Esperemos que no echemos de menos esos 5 puntos merecidos que se nos han escapado. Ayer Chapín disfrutó con el juego azulino y a pesar del empate con sabor a derrota se fue muy contento del estadio. Lo importante ahora es seguir creyendo y apostando por este sistema y este estilo de juego pues más pronto que tarde llegarán los resultados y jugando cómo jugamos ayer, el Xerez ganara la mayoría de sus partidos. Hay que seguir apoyando, este equipo nos puede dar muchas alegrías. Sólo nos falta suerte.

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