Primera final para el Xerez de Merino. El conjunto azulino llega ya cuestionado por la afición y la hinchada azulina no va a permitir otro partido feo y aburrido en el que el Xerez no consiga pasar más allá del empate. Todo lo que no sea ganar convertirá en pitos los cánticos de Chapín pues el equipo, ideado desde el principio para luchar por el play-off, se quedaría en la mitad baja de la tabla más cerca del descenso que del ascenso.
Tras 5 jornadas en las que el Xerez no ha jugado a prácticamente nada, Merino por fin cambiará su sistema y apostará por el 4-3-3 para tener más presencia en el centro del campo y, en consecuencia, más control del balón. Así, Barber, Rueda y Capi formarán el trío del centro del campo. Barber será el encargado de las tareas defensivas y Rueda y Capi se encargarán de dirigir la sala de máquinas azulina. Por delante de ellos estarán Israel y Pablo Redondo en las bandas y José Mari en punta de ataque. En la defensa repetirán Cámara, Lombán, Robusté y Mendoza. Doblas será el portero.
El Girona, por su parte, llega a Chapín tras cosechar el pasado fin de semana su primera victoria de la temporada. El conjunto de Raúl Agné no comenzó bien la temporada acumulando 5 partidos sin ganar (4 de Liga y 1 de Copa) pero el pasado fin de semana tras una gran remontada consiguió su primera victoria y llega a Chapín con la idea de refrendar las buenas sensaciones del último partido.
En resumen, el Xerez está obligado a ganar. Chapín no va a permitir un fallo más y si la confianza en Merino era ya escasa desde pretemporada, una nueva derrota hoy podría suponer el divorcio entre afición y equipo y eso, tan pronto, no sería bueno para ninguna de las dos partes. Esperemos que hoy el cambio de sistema de al Xerez la primera victoria en Chapín y consiga engancharse así a los puestos altos de la tabla.
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